Salvemos las cocheras de Cuatro Caminos

El Metro llegó a Cuatro Caminos en 1919 desde Sol, no por una razón cualquiera, sino porque en Cuatro Caminos los promotores del Metropolitano estaban desarrollando un gran proyecto urbanístico. También animados ya que en Tetuán de las Victorias había una central eléctrica relacionada otra vez con los accionistas de la Compañía del Metropolitano Alfonso XIII, los ya míticos Otamendi, Mendoza y Echarte.

Si la línea 1 llega a dos entonces municipios contiguos a Madrid, Chamartín y Vallecas, no es tampoco un capricho, sino una estrategia comercial, urbana, territorial, etc para dar servicio a los núcleos de más demanda. Es decir, el Metro nació más allá de un interés empresarial, para «hacer Madrid» y acortar las distancias entre personas, y así ha seguido siendo con mayor o menor acierto en su planificación. Sin duda Metro es uno de los símbolos de Madrid, en una ciudad que no está sobrada de ellos, tanto por su origen como por la continua agresión al patrimonio común.

Foto: Plataforma Salvemos Cuatro Caminos

Los sistemas de transporte son una actividad económica y como tal responde a una organización industrial, en este caso materializada a lo largo de la red, con diferentes tipologías, tamaño, actividades, etc. Este conjunto de instalaciones, diseñadas por Antonio Palacios, alcanzaron el mayor impacto urbano, social y económico alrededor de los talleres y cocheras, generando comercios, viviendas, ocio, etc. Por tanto este tipo de instalaciones están en el origen de una gran parte del Madrid moderno, son elementos fundancionales de la memoria colectiva de la ciudad y sus ciudadanos. Localizar en Tetuán, Cuatro Caminos, Puente de Vallecas, Prosperidad, Fuencarral, Carabanchel, Villaverde un espacio museístico e identitario, debiera de ser una prioridad y una estrategia de futuro.

El taller y depósito de Cuatro Caminos se encuentra ahora mismo en peligro de desaparición. Para el patrimonio industrial no es una novedad: la posición en la ciudad, los cambios en la exploración o producción, los procesos urbanísticos, la desidia de los propietarios, el desmembramiento del conjunto, la falta de iniciativa o alternativas de usos… Sin embargo para estas cocheras hay un proyecto muy claro, un Museo del Metro, con un contenido igualmente identificado y valioso: el material móvil histórico de la compañía.

Foto: Plataforma Salvemos Cuatro Caminos

Madrid más allá del Museo del Ferrocarril de Madrid o de los espacios patrimoniales de Metro de Madrid (¿por qué se olvidan de las cocheras?) o de honrosas iniciativas como el Centro de Iniciativas del Vapor de Madrid en Arganda, el Museo del Ferrocarril de Las Matas (supongo habrá más) no ha rendido homenaje al transporte, un elemento fundamental para entender la ciudad actual. Es decir nos estamos privando de nuestra propia historia, tambien de la de miles de trabajadores del transporte y de la posibilidad de aprender del pasado para mejorar el futuro.

Foto: Madrid Ciudadanía y Patrimonio

Por eso todo nuestro apoyo a la “Plataforma para la conservación de las cocheras históricas de Cuatro Caminos (1919) como Museo del Metro de Madrid”. Podéis consultar más información en sus perfiles de Twitter y en Facebook, en la petición de Change.org o  bien en las webs de Madrid, Ciudadanía y Patrimonio o de la SAMETRAHM.

León años 90, Tetuán años 10

El pasado 13 de febrero tuve el placer de participar en el taller “Escenarios de Futuro” de la Agencia de Desmontaje en el MUSAC, dentro de la exposición “De ayer a hoy” sobre la obra de Isidoro Valcárcel Medina en la Galería Tráfico de Arte.

Antes de nada proceden los agradecimientos a La Colaborativa por la invitación y el acogimiento. También hay que pedir disculpas por la técnica, la mezcla de llegar justo de tiempo+Ubuntu+Prezi, no resultó ser la mejor. Si alguien se lo perdió en este enlace podéis ver la presentación fallida.

Desde que conocí del proyecto de Agencia de Desmontaje para el MUSAC, tenía mucho interés en conocerlo, sobre todo por lo puntos en común con Tetuán-Paisaje-Ciudadanía, y no tan solo por la casualidad de que en mis dos ciudades (admitamos Tetuán-Madrid como ciudad propia, va siendo hora) surjan actividades similares. Paisaje-Tetuán-Ciudadanía o en general el continuación de Paisaje Tetuán, siguen buscándose dentro de sí mismos para comprenderse mejor y toda puesta en común es enriquecedora, y te reta a reflexionar.

El punto de partida en León me parece demoledor por brillante. Una serie de propuestas de Valcárcel Medina, en los años 90, utópicas (buscaré otra palabra, ésta está muy usada) irónicas o críticas pero con un realismo en el lenguaje, que lo convierte en verídico y posible. Una vez más el lenguaje arquitectónico, lo aguanta todo, incluso nuestros sueños. Por lo tanto atención, que el papel a veces nos puede engañar. Ojalá todos los engaños sean así. Yo también apostaría por concentrar la estatuaria de León en el campo de fútbol del año 90 y en el actual, sobre todo. Si me dieran a elegir, en Tetuán también concentraría elementos superfluos en algún lugar y liberaría otros que merecen mucho la pena.

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Foto: Agencia de Desmontaje – MUSAC

Creo que me voy a apropiar de la idea. En el tiempo que queda de Tetuán-Paisaje-Ciudadanía voy a introducir esa reflexión: dibujemos tal cual lo que nos parezca o gustaría que ocurriera, a ver si alguien se lo cree. Si algo hemos aprendido en los últimos talleres en Tetuán es que los planes urbanísticos al final acaban siendo una realidad 30, 40 o 60 años después, ¿por qué no las utopías?

El taller de Escenarios de Futuro, salvando las diferencias (y que solo conozco una pequeña parte), tiene muchas similitudes. Una reunión de un grupo de personas, de ciudadanos muy motivados con el patrimonio, la ciudad, la investigación, etc. También participan en ambos los testimonios orales de ese pasado reciente, fundamental para que los técnicos no nos pongamos a hablar eternamente y en bucle de malignos planes o de maravillosos a la par que incomprendidos edificios descatalogados.

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Foto: Agencia de Desmontaje – MUSAC

Podría establecer interesantes paralelismos entre los tipos de personas que acuden a las convocatorias tanto en Tetuán como en León. Incluso diría que los discursos, problemas y retos son prácticamente similares (salvo que entremos en el detalle). ¿Será porque los problemas tienen orígenes similares? ¿o por qué las soluciones tanto en un bando como en el otro son las mismas?

Pero ¿y el resto de la ciudadanía dónde está? esa a la que algunos ilustrados pretendemos abrir los ojos y descubrirles lo que se puede hacer y no hacemos en la ciudad. Mejor aún, dónde están los que realmente pueden hacer algo para que la ciudad sea más amable, más tendente a las utopías colectivas que a las megalomanias interesadas. En este punto el valor de mediadores como Intermediae o el MUSAC + Agencia de Desmontaje es fundamental, porque establecen vías en las que la administración adopta esquemas de trabajo horizontales, sin más justificación que el propio peso de los cambios que estarán, seguramente por llegar.

Tanto en Paisaje Tetuán como en Escenarios de Futuro, hay un punto de partida y es el valor del arte o de las creaciones artísticas como motivador, generador o despertador de conciencias, alimentador de debates, de creación de posturas, de avivador de conciencias, de proyección de escenarios de futuro… La clave está en saber cómo reconducir a términos más productivos y ciudadanos ese impulso.

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Foto: Pilar Rodríguez García.

Hubo un debate paralelo, que me hizo reflexionar durante todo el fin de semana, y que viene a cuestionar la manera en la que tímidamente, muchos arquitectos queremos afrontar nuestra vida profesional. ¿Existe un cambio entre la profesión hacía trabajar de una manera más sensible con la ciudad y su patrimonio? En esta época de crisis, parece que sí, pero cuándo el ciclo económico cambie, ¿qué pasará?, ¿volveremos a olvidarnos de la ciudad?. La respuesta es claramente que en el corto y seguramente medio plazo, la mayoría de los arquitectos seguirá encontrando más y mejor (remunerado) trabajo en la construcción de grandes proyectos que poco quieren saber de la ciudad ciudadana, sino de la económica. Dicho sea con todo el respeto, en las generalizaciones se quedan muchos matices.

Necesitamos un medio de vida… La realidad inmediata, cotidiana y cercana, no es diferente a otras profesiones. Nos gustaría dedicarnos a lo que nos gusta, pero las oportunidades son pocas y la dedicación de tiempo es prohibitiva. Si la arquitectura y la ciudad fueran realmente un bien común reconocido por todos, lo relacionado con su preservación, estudio y mejora estaría convenientemente considerado, soportado y valorado.

Tenemos la ciudad y sociedad que merecemos. A los políticos los ponemos nosotros mismos, por lo tanto es nuestra responsabilidad. Pero por qué algo objetivamente “bueno” o positivo, ¿no acaba calando?. Durante el taller se planteó que probablemente, y no va mal encaminado, que la propiedad de la vivienda, limita las posibilidades de proyectarse como ciudadano activo (volvemos al debate sobre los medios de vida).

Se habló de educación en ciudadanía para jóvenes y también de adultos. Está comprobado que la educación puede cambiar una nación, para bien o para mal. Si mínimamente queremos aspirar a un cambio que no sea flor de un día, hay que apañarselas como podamos para consolidar un sistema educativo diferente. Urgente.

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Foto: Agencia de Desmontaje – MUSAC

Por último destacar el enorme capital que encontramos en este tipo de reuniones. Realmente está descompensada la valía, experiencia y capacidad, con las oportunidades que ha habido de desarrollar todo el potencial. Parece que las utopías de Valcárcel Medina no son tan lejanas. Alfredo Puente, Natalia Castro, Zaida Llamas, Juan Carlos Ponga, Monica Castro, Óscar García Luna… (y muchos más, que de no ser por la sirena del cierre del MUSAC me hubiera gustado saludar…) un placer compartir mesa, preguntas y fotos aéreas.

Si hay algo destacable casi mágico, ambiental, etc en León es la memoria. Es una ciudad y una provincia muy rica en tradiciones orales con unos extraordinarios relatores. Pero, ¿cómo utilizar esa memoria para construir unos escenarios de futuro?. En Tetuán, la memoria es potente y epidérmica, pero no está consolidada como una identidad del territorio. Sin duda empezar a afrontarla como recurso o herramientas es una estrategia de futuro. Es un reto fascinante explorar como fortalecer las relaciones, los intercambios de información o la solidaridad, son capaces de transformar una ciudad.

Por supuesto, queda la puerta abierta para futuros encuentros, talleres, charlas, visitas, etc. sobre ciudad, patrimonio y ciudadanía. Personalmente hablar en tu (primera) ciudad de tu ciudad (actual), es algo que te toca dentro, e inevitablemente no se puede quedar aquí 😉

Epílogo.
Durante mi presentación, Alfredo Puente, me recordó un comentario sobre el proyecto de ampliación de la Fundación Cerezales Antonino y Cinia a cargo del arquitecto Alejandro Zaera. Como en todo, se agradecen las explicaciones de quien conoce el proceso por el que AZPML acaba haciendo un proyecto en un pueblo de León. Y cuando digo proceso, es esa la clave para explicar la buena arquitectura y para este edificio, lo que es decirlo todo o casi todo. Por supuesto fue de mucha utilidad visitar las obras del edificio para comprender el recorrido entre la rehabilitación de la escuelas de Cerezales y la nueva ampliación. No sé si lo he dicho ya, pero tienen que ir a Cerezales del Condado. Vayan. Ya.

Foto: Diario de León (y no hice fotos de la visita…)

Conclusiones #1. De intenciones y perspectivas

Antes de nada pedir disculpas por el retraso en redactar las actas de los talleres y paseos con la Asociación Vecinal Solidaridad Cuatro Caminos Tetuán, así como esta primera conclusión.

Han sido cuatro convocatorias de un extraordinario valor y que han servido en gran manera para clarificar metodologías y objetivos de cara a la posible continuidad autónoma del proyecto Tetuan-Paisaje-Ciudadanía. Las asociaciones de vecinos en Madrid son la articulación fundamental para entender el pasado reciente de una ciudad, igualmente joven. Transitan entre la memoria de las redes urbanas, el conocimiento cercano del territorio que tratamos y la experiencia sobre cuales son las capacidades y posibilidades de los distritos y barrios de cara al futuro. Un patrimonio inmaterial (si se quiere ver así), que cuanto menos habría que considerar para cualquier punto de partida.

En anteriores sesiones sondeamos la posibilidad que para dar continuidad sería todo un logro consolidar una serie de encuentros periódicos para analizar, identificar y proponer mejoras sobre el espacio público y patrimonio en el distrito de Tetuán. No se trata de retomar un debate mil veces empezado y que en pocas ocasiones ha llegado a una materialización, sino de con cierta calma ir fijando conocimientos, deseos y formas de como conseguir una ciudad solidaria, heterogénea y cohesionada.

Parece razonable pensar que no hay un interés u ánimo en que la ciudadanía, en su amplio espectro (vecinos, asociaciones, colectivos, profesionales, etc) desarrollen la capacidad de organizar y plantear con suficiente rigor e independencia análisis y diagnósticos sobre su territorio, más allá de periodos pre y electorales, y por supuesto en contados casos donde se han abierto brechas a propósito o por despiste. Se trataría por lo tanto de una hipótesis del cambio que ya ha empezado o que está por empezar en el urbanismo y la planificación territorial, en el que los profesionales y ciudadanía formarían un ámbito de debate y consenso horizontal (harto difícil de gestionar, por otra parte), y en el que la administración no sea más que un gestor del presupuesto, anfitrión y soporte técnico.

Muchos soñamos con ello, quizá por ignorancia, con una gestión pública ágil y coherente en la defensa, identificación y proyección de su territorio, patrimonio y desarrollo. Los barrios, los distritos, las ciudades, o cualquier comunidad suficientemente cohesionada sea capaz de desarrollar procesos donde de una manera sosegada, reflexiva y con vocación solidaria, primero tomen conciencia de su papel como ciudadano de un entorno cercano en un contexto global y luego afrontar esos cambios con el convencimiento de que el bien colectivo también lo es para lo personal.

Fomentar la identidad y el arraigo, incluso en lugares como Tetuán que se antoja complejo, no es una estrategia “localista” que busca las diferencias, sino de de potenciar el hecho de que todos somos diferentes en la igualdad, y es nuestra identidad junto con muchas más la que forma Madrid, en un proceso de abajo a arriba.

No se trata tampoco de eliminar la administración (nos ha costado mucho llegar hasta aquí, aunque sea en las actuales condiciones), sino de una revisión y reforma del sistema, en base al mayor consenso posible. Evidentemente, bajo la situación ideal donde los ciudadanos sean conscientes de su territorio, y esto no se consigue de otra manera que no sea a través de la educación, ya sea en jóvenes como en adultos.

Más allá de visiones románticas, no se busca un ensalzamiento de las casas bajas o un homenaje a la topografía y a lo variopinto y pintoresco del distrito. Como mucho podría ser un punto sobre el que trabajar. Trabajar en lo local o hiperlocal, es positivo si centrarnos los esfuerzos en aspirar a un territorio heterogéneo y cohesionado, que será siempre más proclive a desarrollar y acoger nuevas iniciativas, desarrollando redes de apoyo y solidaridad.

Es también tiempo para los urbanistas y en definitiva para todos los profesionales de la ciudad, de bajar de su pedestal y adoptar posturas más abiertas y cercanas a la ciudadanía. El ámbito de toma de decisión en el urbanismo debería de acercarse a la tierra, con cada vez menos decisiones y renders ya impresos, con más la capacidad de escuchar y de transmitir información y herramientas a la ciudadanía. Un urbanismo que por supuesto valore más lo que hay que en lo que podría hacerse y contener las ansias y el deseo de regenerar entornos a base de degradarlos primeros.

Las asociaciones vecinales, necesitan incorporar a los nuevos vecinos, no necesariamente a través de operaciones de marketing, pero hacerlas más permeables y capaces de desarrollar y potenciar inquietudes actuales, con vistas a conformar una masa crítica cada vez más amplia y organizada. Muchas son las iniciativas colectivas y ciudadanas que están surgiendo en los últimos años, y muchas veces tengo la impresión, sin estar implicado en ninguna de ellas, que se superponen más que se complementan.

Los arquitectos tenemos en estos procesos un papel fundamental como intermediarios más que como directores (esto último es lo que nos dijeron que teníamos que ser). Poner de manifiesto nuestra capacidad de detectar problemas y de trazar una solución, que no es casi nunca finalista sino un proceso, aprehensible por todos.

En conclusión, me gustaría que ese proceso de empoderamiento, no tanto de lo ya existente sino de la capacidad de decisión, basada en el conocimiento, debate y el consenso.

No ha sido mi intención ser pretencioso, salvo que con ello consiga que haya debate, respuestas… En próximas fechas más conclusiones. Si quieres enviar alguna reflexión escribe a parada.facultativa@gmail.com

Tetuán-Paisaje-Ciudadanía en el Taller Escenarios de Futuro del MUSAC

Este viernes alas 19h en el Museo de Arte Contemporáneo de Castilla y León (MUSAC) presentaremos en el Taller Escenarios de Futuro, el proyecto de Paisaje Tetuán y Tetuán-Paisaje-Ciudadanía con el objetivo de buscar puntos de encuentros, compartir estrategias y posibilidades de dos proyectos que se quieren conocer el uno al otro, y que a pesar o a propósito de las distancias y diferencias, los paralelismos son prometedores.

Gracias a la colaboración de la Agencia de Desmontaje de La Colaborativa.

Leoneses, ¡os esperamos!

Acta #5. Tercera semana de enero. La geografía de los límites

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Foto: Asociación Vecinal Solidaridad Cuatro Caminos Tetuán (AVCCT)

Durante el taller de la semana anterior, se habló en repetidas ocasiones de los límites de Tetuán, de lo que suponían y de cómo se perciben y afectan a los vecinos. Por lo tanto vamos a profundizar en las posibilidades y retos de los bordes, en un contexto que podríamos considerar los bordes de los bordes, una suerte de periferia de o en la periferia.

Es Tetuán en nuestros días un distrito con límites inferiores, por ejemplo, el conocidísimo e identificado por por todos entre el ámbito de la Castellana y el de Bravo Murillo. Otros se están generando ahora mismo, como por ejemplo el caso del Paseo de la Dirección, y en este ámbito donde nos gustaría incidir, ya que ha sido una de las demandas a lo largo de todo este proceso.

Es llamativo dónde se concentran los espacios verdes del distrito… en la periferia. Tiene una lógica aplastante, ya que no hay físicamente grandes espacios que permitan generar espacios verdes en el interior del distrito. Quizá que fuera al revés sea cuestión de claridad en los objetivos para el “verde para todos” y medios. Por supuesto los estándares genéricos de verde por habitante están seguramente en lo aceptable.

Cierto también que hay grandes espacios arbolados en el distrito y cierta entidad en su entorno inmediato, como por ejemplo en el interior del Hospital de Santa Adela, pero de nuevo por la gestión de los mismos esto no parece posible.

Como vimos en la semana anterior, los límites están muy marcados por la topografía, y en el caso de la zona oeste, más que en ninguna parte. Nos referimos al Paseo de la Dirección, y su proyecto urbanístico asociado. Recientemente se ha publicado la modificación del proyecto, y a la visita de los planteamientos no puede ser más desolador. Manzanas fuera de contexto, volúmenes que ocultan y ensombrecen sectores enteros (mejor no fustigarse más). A parte de la mencionada autopista urbana, digna de cualquier periferia desarrollista.

Es cierto que las infraestructuras lineales de transporte, generan barreras, limitan el crecimiento y complican las relaciones a ambos lados del trazado. Estamos convencidos que esta nueva autovía, dará lugar a una barrera donde antes no la había. El Canal Bajo del Lozoya, un elemento que atraviesa de norte a sur el distrito, y que por fuerza debiera ser uno de los elementos identitarios del distrito, es brutalmente marginado y encajonado. Si bien no disfrutaba de una especial dignidad en su apariencia, al contrario que su “obligada camisa”, es/era permeable, punto de atracción, lugar de referencia. No hace falta ver las fotos del libro de Bea Burgos “Tetuán” o tantas otras históricas.

Dicho esto, ¡vivan los canales que llevan agua!. Pero porque hay grandes fincas del Canal que están valladas sin más protección que una descuidada valla. ¿Por qué en Tetuán no se reutilizan estos espacios como pequeños parques y un par de km al sur esto si es posible. ¿Son las normas de los bordes de la periferia?

Si el Paseo de la Dirección, fuera mínimamente bien tratado podría ser nuestro paseo marítimo con vistas al Barrio del Pilar y la Sierra del Guadarrama, que hablando de paisaje sería un elemento muy a tener en cuenta.

Sobre estos bordes, como por ejemplo la zona de Ofelia Nieto-Villaamil, hay estado de indefinición que no favorecer romper el estigma de los bordes. Sin embargo hemos comprobado que los fielatos, en otro momento símbolo del “límite” por excelencia, han quedado integrados (y descontextualizados), como otros muchos elementos. Al igual que los fielatos, ¿se borraran algún día esos límites? y lo que es más complejo ¿cómo se borraran?

Hay elementos que desde una posición de límite han generado centralidad. Y me explico. Tetuán se puede empezar a explicar con dos mapas, uno de topografía y otro cronológico del crecimiento del distrito y del Gran Madrid. El rol de Tetuán es y será predominantemente periférico. Lo que no quita para que surja o se refuercen estructuras de centralidad propias.

De esa situación de límite surgieron varios comercios o establecimientos como los cines (no se pierdan el taller sobre cine de la asociación), que dieron sentido y generaron memoria e identidad en los años centrales del siglo XX. Es decir, se aprovechó inconscientemente o no de su posición para generar una dinámica propia. Hoy en día y salvo quizá alguna excepción (hemos visto varios ejemplos de nuevos espacios de trabajo) no hay en Tetuán actividades que destaquen, salvo la inmobiliaria. Elementos de anclaje los hay, desde la propia centralidad, la cercanía a la Dehesa de la Villa, a grandes nodos de transporte, la cercanía al centro, oferta de espacios… No tiene en el corto plazo pensar que Madrid dejaré de ser territorio de acogida, salvo cataclismo ¿?, y nos seguiremos colocando a los pies de la carretera radial que más rápido nos lleve al lugar de donde llegamos a Madrid.

Por último, surgió un debate con vistas más allá de los que estábamos en ese momento allí, y basado en la siguiente pregunta, ¿los vecinos conocen su entorno? ¿se preocupan los gestores culturales de que la propia ciudad sea conocida, entendida y proyectada por sus habitantes? ¿cómo es la programación cultural del distrito? ¿se preocupa de poner en valor lo propio? ¿o el objetivo mira más hacia fuera? sin entrar en localismos, y sin entrar en más asuntos, echamos en falta cierta introspección…

Quizá Paisaje Tetuán, pese a los múltiples olvidos, torpezas, trabajos y aciertos, si abrió una puerta por un trozo de la muralla que nos separa del resto de Madrid que no hubiéramos imaginado antes. En nuestras manos está en que no se cierre la puerta y que la llave la tengamos muchos más, y sobre todo sepamos usarla.

La visita consecuencia de este primer taller, va a acabar en una de las puerta que ha abierto Paisaje Tetuán, y que con el trabajo, ilusión y participación de muchos vecinos, va a conseguir tirar la muralla completa.

Este fue el recorrido (azul claro)  las las fotos que realizó y recopiló en este post la Asociación Vecinal Solidaridad Cuatro Caminos Tetuán.

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Calle Villaamil. Foto: AVCCT

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Calle Cenicientos. Foto: AVCCT

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Antiguo Fielato. Calle Villaamil. Foto: AVCCT

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Calle Villaamil. Foto: AVCCT

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Calle Villaamil. Foto: AVCCT

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Calle Villaamil esquina Paseo de la Dirección. Foto: AVCCT

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Calle Villaamil esquina Paseo de la Dirección. Foto: AVCCT

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Calle Villaamil – Ofelia Nieto. Foto: AVCCT

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Calle Villaamil – Ofelia Nieto. Foto: AVCCT

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Canal Bajo. Calle Ofelia Nieto. Foto: AVCCT

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Canal Bajo. Calle Ofelia Nieto. Foto: AVCCT

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Canal Bajo. Calle Ofelia Nieto. Foto: AVCCT

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Canal Bajo. Calle Ofelia Nieto. Foto: AVCCT

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Calle Ofelia Nieto esquina Paseo de la Dirección. Foto: AVCCT

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Calle Panizo. Foto: AVCCT

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Calle Panizo. Foto: AVCCT

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Calle Panizo. Foto: AVCCT

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Calle Luis Portones. Foto: AVCCT

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Calle Luis Portones. Foto: AVCCT

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Parque. Calle Luis Portones. Foto: AVCCT

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¿Dibujo de Suso33? Calle Bellver. Foto: AVCCT

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Calle Bellver. Foto: AVCCT

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P1020066 Calle Bellver. Foto: AVCCT

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Calle Marqués de Viana 85. Foto: AVCCT

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Patio CEIP Juan Ramón JIménez. Foto: AVCCT

Acta #4. Segunda semana de enero. ¿Dónde está el centro de Tetuán?

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Foto: Asociación Vecinal Solidaridad Cuatro Caminos Tetuán (AVSCCT)

Mucho hemos hablado de si Tetuán tiene o no identidad como núcleo urbano. La respuesta posiblemente sea que no, ¿pero tiene o tuvo elementos que puedan decir lo contrarios? Núcleo o núcleos fundacionales claros? ¿un centro administrativo? ¿un espacio de referencia identificado por una mayoría?

Gracias al mapa de curvas de nivel, se pueden aprecian, a pesar de los errores y posibles equívocos de interpretación del software, se puede adivinar cierta relación entre zonas llanas y la concentración de actividad económica, de servicios, en definitiva de actividad urbana. El mapa también adivina que calles, aquellas más contínuas son las que menor pendiente tienen y así tantas apreciaciones.

Quizá este mapa sea la base para entender el origen de los valores del paisaje urbano y de gran parte de los problemas del distrito. Este tipo de información, atrae tu atención de una manera especial, y puede astraerte por horas, quizá por poco conocida. El mapa impreso seguirá formando parte de los futuros talleres, y también se colgará como documentación digital descargable.

Si hay una calle significativa en Tetuán esa es Bravo Murillo, antigua la carretera de Francia y como muchas otras calles de acceso de Madrid, que sirvieron de apoyo para el crecimiento de las periferias históricas. Estos accesos fueron puenteados en diversas épocas ya sea por la construcción de autovías o por operaciones urbanísticas, como en este caso la de expansión de la Castellana hacia el norte.

También ha cambiado la relación de los vecinos respecto a la calle, de una calle mayor, a la que se iba a estar, hemos llegado a un espacio saturado de tráfico y poco agradable a la estancia. En este sentido, hace no muchos años se remodeló la avenida, y nos preguntamos ¿hasta que punto la asociación de vecinos o la ciudadanía fue consultada o participada para rediseñar, cuanto menos para consensuar el tráfico y la vida urbana del distrito en su principal calle? Hay signos claros de cómo y para qué fue rediseñada, ya que por ejemplo hay tramos donde el radio de curva es el que marca la circulación rodada, dejando a un lado una acera mínima y al otro una considerablemente mayor.

Una de las cuestiones que se trató en esta sesión, es sobre la implicación de la asociación en los retos del espacio público, que sinceramente pensaba que no era una de la prioridades de la asociación, pero sin embargo, si encuentro ejemplos de lo contrario, y de por qué ha llegado la impresión de que no existía esa preocupación. Hablamos del caso de la plaza del Poeta Leopoldo de Luis, donde fue principalmente la presión de los vecinos la que logró que el proyecto se llevara a cabo. Otro asunto es si realmente el resultado fue digno o bien, como en muchas otras situaciones, la posición y/o situación del espacio respecto al distrito fuera la mejor.

En cuanto a las parroquias del distrito, habitualmente se considera que la de Nuestra Señora de las VIctorias como la más antigua, sin embargo lo fue antes la desaparecida de San Enrique, obra del Marqués de Cubas en la calle homónima. Otras que ya no quedan restos son San Miguel en la calle Panizo (antes calle San Miguel) o también en la Calle Nuestra Señora del Carmen, en la calle igualmente homónima. El valor urbano de los centros religiosos es que alrededor de parroquias e iglesias, surgían una serie de actividades complementarias que volcaban más actividad sobre las calles.

En la calle Salamanca, hoy un callejón escondido, hubo una gran variedad de comercios y actividades: chocolarería, bolsos, muebles metálicos, etc Seguramente vinculados o germen del “strip” industrial de la calle Lérida. Hoy en día como recuerdo de aquello queda infinidad quedan una infinidad de talleres y una miniedad de comercios especialistas como el relojero de Nuestra Señora del Carmen.

Creo que nadie dudaría que una asociación vecinal es un ente fundamental para saber como es la vida en un barrio o distrito de una gran ciudad. Nos llamó la atención, como ha evolucionado el número de asociaciones. De seis asociaciones en los años 80 y 90 a prácticamente dos, Ventilla y Cuatro Caminos-Tetuan. Hace unos años en un encuentro entre vecinos organizado por Bea Burgos, curiosamente una de las propuestas para resolver el problema de la plaza de “Nuestra Señora del Carmen”, fue precisamente crear una asociación para el barrio Berruguete, y que paradójicamente hace años hubo una no muy lejos de allí.

Muchos son los vecinos, que nombran como la carretera a Bravo Murillo, o que todavía siguen llamando Madrid, a cruzar Cuatro Caminos sentido sur. En esta pequeñas sensaciones es donde todavía queda algo del pasado de pueblo, de la diferencia entre la ciudad y el pueblo de Tetuán o de la Huerta del Obispo. Como señuelo de aquellas, nos quedan las casas bajas como imagen de ese pasado reciente, pero totalmente descontextualizadas y carentes de valoración.

Esa dicotomia entre pueblo y ciudad, también se refleja antes y ahora en cierto grado de abandono. Antes con cierta permisividad e ignominia para lo que pudiera suceder en Tetuán o otros distritos perifericos. Hoy en día esa permisividad se ha transformado en ocasiones en indiferencia a varios niveles. Como curiosidad, ¿con quién se peleaban los de Tetuan? Con los de Puente de Vallecas, ¿por qué? Por que había línea de Metro directa. Y yo pensando que los de Chamberí eran los archienémigos…

Por último, y como punto de partida para la visita, nos fijamos en un elemento típico y mítico de los límites municipales durante muchos años, los fielatos. En Tetuán hubo varios, uno todavía sigue en pie, aunque con la marquesina mutilada en la calle Villaamil, y otro hoy está ocupado por el Centro Socio Cultural Tetuan, en el centro prácticamente del distrito. (¿por qué no se recuperó esa seña de identidad aunqie fera en el nombre del centro cultural?) El bar contiguo llamado “El Termino” es bastante más fiel la historia del lugar.

Este es el recorrido que planteamos (color azul) y las fotos de la visita, todas realizadas y recopiladas en este post por la Asociación Vecinal Solidaridad Cuatro Caminos Tetuán.

Ga 1

Ganando Metros Tetuán. Foto: AVSCCT

Ga 4

Detalle tapa alcantarilla0 Calle Algodonales. Foto: AVSCCT

Ga 6

Calle Naranjo. Foto: AVSCCT

Ga 9

Plaza Leopoldo de Luis. Foto: AVSCCT

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Ganando Metros Tetuán. Foto: AVSCCT

Ganando 4

Ganando Metro Tetuán. Foto: AVSCCT

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Bravo Murillo. Foto: AVSCCT

Ganando 10

Calle Naranjo. Foto: AVSCCT

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Mezquita Abu Ak-Bar. Foto: AVSCCT

Ganando 16

Calle San Enrique. Foto: AVSCCT

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Ganando Metros Tetuán. Foto: AVSCCT

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Calle Naranjo. Foto: AVSCCT

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Calle Lérida. Foto: AVSCCT

Ga 2

Calle Doctor Mariani. Foto: AVSCCT