El pasado 13 de febrero tuve el placer de participar en el taller “Escenarios de Futuro” de la Agencia de Desmontaje en el MUSAC, dentro de la exposición “De ayer a hoy” sobre la obra de Isidoro Valcárcel Medina en la Galería Tráfico de Arte.
Antes de nada proceden los agradecimientos a La Colaborativa por la invitación y el acogimiento. También hay que pedir disculpas por la técnica, la mezcla de llegar justo de tiempo+Ubuntu+Prezi, no resultó ser la mejor. Si alguien se lo perdió en este enlace podéis ver la presentación fallida.
Desde que conocí del proyecto de Agencia de Desmontaje para el MUSAC, tenía mucho interés en conocerlo, sobre todo por lo puntos en común con Tetuán-Paisaje-Ciudadanía, y no tan solo por la casualidad de que en mis dos ciudades (admitamos Tetuán-Madrid como ciudad propia, va siendo hora) surjan actividades similares. Paisaje-Tetuán-Ciudadanía o en general el continuación de Paisaje Tetuán, siguen buscándose dentro de sí mismos para comprenderse mejor y toda puesta en común es enriquecedora, y te reta a reflexionar.
El punto de partida en León me parece demoledor por brillante. Una serie de propuestas de Valcárcel Medina, en los años 90, utópicas (buscaré otra palabra, ésta está muy usada) irónicas o críticas pero con un realismo en el lenguaje, que lo convierte en verídico y posible. Una vez más el lenguaje arquitectónico, lo aguanta todo, incluso nuestros sueños. Por lo tanto atención, que el papel a veces nos puede engañar. Ojalá todos los engaños sean así. Yo también apostaría por concentrar la estatuaria de León en el campo de fútbol del año 90 y en el actual, sobre todo. Si me dieran a elegir, en Tetuán también concentraría elementos superfluos en algún lugar y liberaría otros que merecen mucho la pena.

Foto: Agencia de Desmontaje – MUSAC
Creo que me voy a apropiar de la idea. En el tiempo que queda de Tetuán-Paisaje-Ciudadanía voy a introducir esa reflexión: dibujemos tal cual lo que nos parezca o gustaría que ocurriera, a ver si alguien se lo cree. Si algo hemos aprendido en los últimos talleres en Tetuán es que los planes urbanísticos al final acaban siendo una realidad 30, 40 o 60 años después, ¿por qué no las utopías?
El taller de Escenarios de Futuro, salvando las diferencias (y que solo conozco una pequeña parte), tiene muchas similitudes. Una reunión de un grupo de personas, de ciudadanos muy motivados con el patrimonio, la ciudad, la investigación, etc. También participan en ambos los testimonios orales de ese pasado reciente, fundamental para que los técnicos no nos pongamos a hablar eternamente y en bucle de malignos planes o de maravillosos a la par que incomprendidos edificios descatalogados.

Foto: Agencia de Desmontaje – MUSAC
Podría establecer interesantes paralelismos entre los tipos de personas que acuden a las convocatorias tanto en Tetuán como en León. Incluso diría que los discursos, problemas y retos son prácticamente similares (salvo que entremos en el detalle). ¿Será porque los problemas tienen orígenes similares? ¿o por qué las soluciones tanto en un bando como en el otro son las mismas?
Pero ¿y el resto de la ciudadanía dónde está? esa a la que algunos ilustrados pretendemos abrir los ojos y descubrirles lo que se puede hacer y no hacemos en la ciudad. Mejor aún, dónde están los que realmente pueden hacer algo para que la ciudad sea más amable, más tendente a las utopías colectivas que a las megalomanias interesadas. En este punto el valor de mediadores como Intermediae o el MUSAC + Agencia de Desmontaje es fundamental, porque establecen vías en las que la administración adopta esquemas de trabajo horizontales, sin más justificación que el propio peso de los cambios que estarán, seguramente por llegar.
Tanto en Paisaje Tetuán como en Escenarios de Futuro, hay un punto de partida y es el valor del arte o de las creaciones artísticas como motivador, generador o despertador de conciencias, alimentador de debates, de creación de posturas, de avivador de conciencias, de proyección de escenarios de futuro… La clave está en saber cómo reconducir a términos más productivos y ciudadanos ese impulso.

Foto: Pilar Rodríguez García.
Hubo un debate paralelo, que me hizo reflexionar durante todo el fin de semana, y que viene a cuestionar la manera en la que tímidamente, muchos arquitectos queremos afrontar nuestra vida profesional. ¿Existe un cambio entre la profesión hacía trabajar de una manera más sensible con la ciudad y su patrimonio? En esta época de crisis, parece que sí, pero cuándo el ciclo económico cambie, ¿qué pasará?, ¿volveremos a olvidarnos de la ciudad?. La respuesta es claramente que en el corto y seguramente medio plazo, la mayoría de los arquitectos seguirá encontrando más y mejor (remunerado) trabajo en la construcción de grandes proyectos que poco quieren saber de la ciudad ciudadana, sino de la económica. Dicho sea con todo el respeto, en las generalizaciones se quedan muchos matices.
Necesitamos un medio de vida… La realidad inmediata, cotidiana y cercana, no es diferente a otras profesiones. Nos gustaría dedicarnos a lo que nos gusta, pero las oportunidades son pocas y la dedicación de tiempo es prohibitiva. Si la arquitectura y la ciudad fueran realmente un bien común reconocido por todos, lo relacionado con su preservación, estudio y mejora estaría convenientemente considerado, soportado y valorado.
Tenemos la ciudad y sociedad que merecemos. A los políticos los ponemos nosotros mismos, por lo tanto es nuestra responsabilidad. Pero por qué algo objetivamente “bueno” o positivo, ¿no acaba calando?. Durante el taller se planteó que probablemente, y no va mal encaminado, que la propiedad de la vivienda, limita las posibilidades de proyectarse como ciudadano activo (volvemos al debate sobre los medios de vida).
Se habló de educación en ciudadanía para jóvenes y también de adultos. Está comprobado que la educación puede cambiar una nación, para bien o para mal. Si mínimamente queremos aspirar a un cambio que no sea flor de un día, hay que apañarselas como podamos para consolidar un sistema educativo diferente. Urgente.

Foto: Agencia de Desmontaje – MUSAC
Por último destacar el enorme capital que encontramos en este tipo de reuniones. Realmente está descompensada la valía, experiencia y capacidad, con las oportunidades que ha habido de desarrollar todo el potencial. Parece que las utopías de Valcárcel Medina no son tan lejanas. Alfredo Puente, Natalia Castro, Zaida Llamas, Juan Carlos Ponga, Monica Castro, Óscar García Luna… (y muchos más, que de no ser por la sirena del cierre del MUSAC me hubiera gustado saludar…) un placer compartir mesa, preguntas y fotos aéreas.
Si hay algo destacable casi mágico, ambiental, etc en León es la memoria. Es una ciudad y una provincia muy rica en tradiciones orales con unos extraordinarios relatores. Pero, ¿cómo utilizar esa memoria para construir unos escenarios de futuro?. En Tetuán, la memoria es potente y epidérmica, pero no está consolidada como una identidad del territorio. Sin duda empezar a afrontarla como recurso o herramientas es una estrategia de futuro. Es un reto fascinante explorar como fortalecer las relaciones, los intercambios de información o la solidaridad, son capaces de transformar una ciudad.
Por supuesto, queda la puerta abierta para futuros encuentros, talleres, charlas, visitas, etc. sobre ciudad, patrimonio y ciudadanía. Personalmente hablar en tu (primera) ciudad de tu ciudad (actual), es algo que te toca dentro, e inevitablemente no se puede quedar aquí 😉
Epílogo.
Durante mi presentación, Alfredo Puente, me recordó un comentario sobre el proyecto de ampliación de la Fundación Cerezales Antonino y Cinia a cargo del arquitecto Alejandro Zaera. Como en todo, se agradecen las explicaciones de quien conoce el proceso por el que AZPML acaba haciendo un proyecto en un pueblo de León. Y cuando digo proceso, es esa la clave para explicar la buena arquitectura y para este edificio, lo que es decirlo todo o casi todo. Por supuesto fue de mucha utilidad visitar las obras del edificio para comprender el recorrido entre la rehabilitación de la escuelas de Cerezales y la nueva ampliación. No sé si lo he dicho ya, pero tienen que ir a Cerezales del Condado. Vayan. Ya.

Foto: Diario de León (y no hice fotos de la visita…)