El Metro llegó a Cuatro Caminos en 1919 desde Sol, no por una razón cualquiera, sino porque en Cuatro Caminos los promotores del Metropolitano estaban desarrollando un gran proyecto urbanístico. También animados ya que en Tetuán de las Victorias había una central eléctrica relacionada otra vez con los accionistas de la Compañía del Metropolitano Alfonso XIII, los ya míticos Otamendi, Mendoza y Echarte.
Si la línea 1 llega a dos entonces municipios contiguos a Madrid, Chamartín y Vallecas, no es tampoco un capricho, sino una estrategia comercial, urbana, territorial, etc para dar servicio a los núcleos de más demanda. Es decir, el Metro nació más allá de un interés empresarial, para «hacer Madrid» y acortar las distancias entre personas, y así ha seguido siendo con mayor o menor acierto en su planificación. Sin duda Metro es uno de los símbolos de Madrid, en una ciudad que no está sobrada de ellos, tanto por su origen como por la continua agresión al patrimonio común.

Foto: Plataforma Salvemos Cuatro Caminos
Los sistemas de transporte son una actividad económica y como tal responde a una organización industrial, en este caso materializada a lo largo de la red, con diferentes tipologías, tamaño, actividades, etc. Este conjunto de instalaciones, diseñadas por Antonio Palacios, alcanzaron el mayor impacto urbano, social y económico alrededor de los talleres y cocheras, generando comercios, viviendas, ocio, etc. Por tanto este tipo de instalaciones están en el origen de una gran parte del Madrid moderno, son elementos fundancionales de la memoria colectiva de la ciudad y sus ciudadanos. Localizar en Tetuán, Cuatro Caminos, Puente de Vallecas, Prosperidad, Fuencarral, Carabanchel, Villaverde un espacio museístico e identitario, debiera de ser una prioridad y una estrategia de futuro.
El taller y depósito de Cuatro Caminos se encuentra ahora mismo en peligro de desaparición. Para el patrimonio industrial no es una novedad: la posición en la ciudad, los cambios en la exploración o producción, los procesos urbanísticos, la desidia de los propietarios, el desmembramiento del conjunto, la falta de iniciativa o alternativas de usos… Sin embargo para estas cocheras hay un proyecto muy claro, un Museo del Metro, con un contenido igualmente identificado y valioso: el material móvil histórico de la compañía.

Foto: Plataforma Salvemos Cuatro Caminos
Madrid más allá del Museo del Ferrocarril de Madrid o de los espacios patrimoniales de Metro de Madrid (¿por qué se olvidan de las cocheras?) o de honrosas iniciativas como el Centro de Iniciativas del Vapor de Madrid en Arganda, el Museo del Ferrocarril de Las Matas (supongo habrá más) no ha rendido homenaje al transporte, un elemento fundamental para entender la ciudad actual. Es decir nos estamos privando de nuestra propia historia, tambien de la de miles de trabajadores del transporte y de la posibilidad de aprender del pasado para mejorar el futuro.

Foto: Madrid Ciudadanía y Patrimonio
Por eso todo nuestro apoyo a la “Plataforma para la conservación de las cocheras históricas de Cuatro Caminos (1919) como Museo del Metro de Madrid”. Podéis consultar más información en sus perfiles de Twitter y en Facebook, en la petición de Change.org o bien en las webs de Madrid, Ciudadanía y Patrimonio o de la SAMETRAHM.
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